En sus últimos días, un temor premonitorio había asaltado a José Moncada Uriol. Así lo reveló su camarada de partido y gran amigo, Jorge Mora Benites, a quien le confesó temer por su vida, pero le dijo estar dispuesto a ofrecerla por su Pueblo.
“Por mi Guadalupe yo moriría” dijo el conocido dirigente izquierdista que le confesó “El loco” –como conocían cariñosamente a Moncada, por su impetuosidad. “… Y se fue”, agregó.
Resumió las virtudes del candidato muerto prematuramente quien días antes le había manifestado temer por su vida por la cantidad y calidad de denuncias que estaba haciendo.
Anteayer se realizó la inhumación de los restos de Moncada, con numeroso acompañamiento. En todo el trayecto se hizo sonar el spot y la canción Mi linda flor, con que iba a iniciar su campaña el lunes 16.
En el templo, el párroco Carlos Anaya ofició la misa. En el local del Frente Amplio, al que Moncada representaría, el cortejo se detuvo y le rindieron homenaje póstumo.
Hablaron, además de Mora, José Lozano Silva; GelinaVelásquez Miranda, por la base de Chepén; Raúl Bautista Cruzado, a nombre de la plancha de candidatos a regidores.
También llegó el cortejo fúnebre de Kenyi Nilo Sánchez Deza, otra de las víctimas del accidente.
A Sánchez Deza, un joven chef, lo trasladaron desde el Cruce San José. Numerosas personas acompañaron al cortejo fúnebre para darle el último adiós.
El dolor se percibía en las calles de Ciudad de Dios, Pakatnamú y Guadalupe, donde residían y trabajaban las seis víctimas del fatal accidente de carretera ocurrido en Trinidad, al amanecer del domingo 15, día del Padre.