En medio de un clima de temor y zozobra trabaja el personal que tiene a cargo el control y el manejo de las videocámaras de seguridad en el distrito: reciben constantes amenazas de muerte, de parte de los delincuentes.
Pese a que se trata de mantener su identidad en estricto privado, los trabajadores ediles temen laborar en esta área de la comuna por lo que se ha tenido que contratar a personas que radique en otros distritos.
Este hecho fue dado a conocer por el alcalde Alejandro Navarro Fernández, quien detalló que el celo con el que se guarda la identidad de las personas contratadas para realizar la labor de monitoreo en el centro de control de las videocámaras de vigilancia tiene como finalidad proteger su integridad.
“Las personas tienen temor de trabajar en el monitoreo, tenemos que contratar a trabajadores de otros distritos por lo que es necesario mantener su identidad en reserva ya que las amenazas que han recibido causan temor y la gente de Casa Grande no quiere trabajar acá”, refirió el burgomaestre distrital.
De otro lado, dio a conocer que sólo se cuenta con una persona por turno para la labor del monitoreo de las videocámaras de seguridad, por lo que resulta insuficiente la vigilancia que se cumple, ya que son ocho pantallas las que tienen que ser monitoreadas. (La Industria)