Interno Alberto Fujimori da órdenes al personal penitenciario de Barbadillo, tiene facilidades para plantar sembríos en todo el perímetro de su prisión y hace comentarios jocosos sobre la enfermedad que sustenta su pedido de indulto.
La República recibió ayer una copia del documento fílmico de interés público grabado el martes 3 de julio del 2012. Contiene una conversación de 8 minutos entre Alberto Fujimori y dos altos funcionarios del Establecimiento Penal Barbadillo, donde el interno ex presidente cumple condena.
Una plaga de mosca blanca había atacado los sembríos plantados por Fujimori dentro del perímetro del establecimiento. Los funcionarios aguardaban al interno para darle cuenta y consultarle.
A la una y 42 minutos de la tarde, Fujimori aparece por la puerta interior de su celda. Viste camisa rosada, casaca ploma, pantalón oscuro y camina con presteza.
Los funcionarios penitenciarios salen a su encuentro y lo saludan. Lo tratan de ingeniero.
–Justo lo esperábamos … con la mosca blanca –comienza diciéndole el más locuaz de ellos–. Mire cómo está –le explica y le acerca en su mano un fruto parecido a la chirimoya. Es el noni, de origen oriental. Se le atribuye propiedades anticancerígenas.
–Acá hay un gusanito –insiste el representante de la autoridad en tanto su índice apunta a una parte sensible del fruto. Fujimori lo palpa.
La mosca blanca es un insecto pequeño, de 1 a 1.5 milímetros de largo, con un pico tipo chupón para succionar la savia de las plantas
–Y todo está así –pregunta el interno ex mandatario–.
–Prácticamente todo. El ingeniero Elvis del Senasa dijo: "le ha caído la mosca blanca".
–¿Y qué ha recomendado?
–Va a venir Senasa (Servicio Nacional de Sanidad Agraria), a ver qué hace. Usted, ingeniero, ¿qué recomienda?
–Pero ellos van a venir.
–Van a demorar, de repente una semana, 15 días, y esto está cargadito –opina el funcionario con cierta autoridad administrativa.
–Está bonito, ¿no? –musita Fujimori.
–Está bonito –asiente su interlocutor.
–El fruto es bastante, pero (la plaga) no lo deja desarrollar. En el mercado he visto más grandes –advierte el segundo de los vigilantes, quien por fin se anima a intervenir.
Tras una rápida observación del fruto enfermo, Fujimori define. No hay necesidad de esperar a Senasa. Con lo visto, basta, concluye.
El noni medicinal
Las gesticulaciones del grupo ante al hedor del fruto son indiciarias. El noni apesta. Para convencerse, el penitenciario pide a una de las enfermeras del penal que huela el fruto. La empleada atendía entonces al interno y estaba de paso por la garita de control del ingreso a la celda, a cuya vera se produce la conversación.
–Huele feo –confirmaron.
–Ah, bueno, así huele –admite Fujimori. Y sin esperar más reitera: es medicinal.
Fujimori confiesa que no está al tanto de los nombres de los últimos productos, pero ordena que se compre insecticida para mosca blanca y dispone que se aplique a todos los cultivos.
Risotadas
Aplicarlo a todos será difícil, sostienen los informantes, por lo menos en el caso del noni.
–Es que la gente se lo ha tirado –manifiesta uno de los funcionarios–. Menos mal que la última vez le traje eso (algunos ejemplares de nonis), pero cuando me he dado cuenta ya la gente se lo había comido todo.
–¿Qué gente? –pregunta el ex presidente.
–La gente de acá del penal y la de afuera (el penal está enclavado dentro del Fundo Barbadillo, sede además de Dinoes y Diroes) –le responden.
–Ah, sí –confirma Fujimori.
–Claro, ni siquiera yo he probado –comenta el funcionario hablantín–. ... estos conchudos se lo han llevado todo, y dicen que es rico, y que además el presidente ha dicho que ese es para el cáncer.
El grupo estalla en risas y carcajadas. Fujimori también celebra la broma y ríe.
Entre palabras ininteligibles se escucha al ex presidente decir: ... y te dejaron pasar...
–Usted había dicho que es para el cáncer –le recalcan.
–Ahorita yo he sacado (frutos) con él –relata el funcionario más reservado– y sabe lo que me han dicho: “oye, déjame mi noni, pues, compadre, no te lo lleves”.
Yo he comido y lo he comido maduro –agrega el agente extrovertido. Su compañero no pierde la oportunidad para soltar una ocurrencia.
–O sea que este gusano no va a tener cáncer –declara con sarcasmo refiriéndose a su compañero.
Las carcajadas sobre el noni y sus propiedades anticancerígenas vuelven a estallar.
Así como el noni, el interno ha gozado de facilidades para sembrar mandarina, uva y caquis en todo el perímetro del penal. Como si estuviera en el fundo Pampa Bonita que la familia posee en Huaral, 120 kilómetros al norte de Lima.
A fines de diciembre último, el INPE introdujo cambios en la conducción del Penal Barbadillo.
Penal de una hectárea
Esto debe tener una hectárea, ¿no?", se preguntó a modo de estimación el interno Alberto Fujimori, matemático de profesión, en referencia a la extensión del penal Barbadillo, donde purga condena.
"Una hectárea, por lo menos", confirmó uno de los funcionarios de dicho penal en un diálogo con Fujimori sostenido en julio del año pasado y desconocido hasta hoy.
El cálculo se hizo a propósito de la cantidad de insecticida necesaria para combatir una plaga de mosca blanca que atacó los sembríos del penal hace seis meses. La hectárea tiene 10 mil metros cuadrados, la extensión real del penal que el 2011 se intentó negar.
Según el procurador Julio Arbizu, el pedido de indulto podría archivarse
El procurador anticorrupción, Julio Arbizu, afirmó que si Alberto Fujimori continúa negándose a ser evaluado por la junta médica, el proceso de su solicitud de indulto humanitario podría truncarse y el caso podría ser archivado.
Explicó que -tal como refirió el viceministro de Justicia, Daniel Figallo- uno de los requisitos del reglamento de indulto y derecho de gracia es que el peticionario sea evaluado por una junta de médicos.
Sostuvo que la decisión sobre la conformación de este grupo no le corresponde a la persona que solicita el indulto, sino a la entidad gubernamental que tiene a su cargo el tema.
Por su parte, el ex procurador anticorrupción Luis Vargas Valdivia opinó que los doctores que tratan a Fujimori no deben integrar la comisión de médicos que deben evaluar su situación de salud.
Precisó que este equipo debe ser designado por la autoridad competente y que si el solicitante no está de acuerdo con el informe, puede presentar adicionalmente una evaluación de sus médicos.
Recalcó que el presidente Humala no podría indultarlo sin contar con un informe médico que sustente que lo amerita por un tema humanitario.